Ayer, 3 de marzo de 2010, hemos celebrado el día internacional de la libertad de prensa. Numerosos son los actos que se han sucedido alrededor de todo el mundo para conmemorar nuestro día. El más relevante ha sido el acto celebrado en la Asamblea de la Organización de Naciones Unidas, organismo que estableció la celebración de este día.
En el acto se intercalaron diferentes discursos y se recordó a los periodistas que perdieron su vida por el ejercicio de su deber con la frase "estamos aquí para rendir homenaje a aquellos que defendieron a los medios de los atentados contra su independencia". Asimismo se recordó que los guerrilleros de las FARC colombianos, los carteles de droga mexicanos y las organizaciones armadas de los países islámicos son los mayores predadores de la prensa, según un informe de RSF (Reporteros Sin Fronteras), que publicará el próximo lunes su lista actualizada de "los mayores predadores de la libertad de prensa".
<http://www.globovision.com/news.php?nid=147782>
En el acto se intercalaron diferentes discursos y se recordó a los periodistas que perdieron su vida por el ejercicio de su deber con la frase "estamos aquí para rendir homenaje a aquellos que defendieron a los medios de los atentados contra su independencia". Asimismo se recordó que los guerrilleros de las FARC colombianos, los carteles de droga mexicanos y las organizaciones armadas de los países islámicos son los mayores predadores de la prensa, según un informe de RSF (Reporteros Sin Fronteras), que publicará el próximo lunes su lista actualizada de "los mayores predadores de la libertad de prensa".
<http://www.globovision.com/news.php?nid=147782>
Un claro ejemplo de NO LIBERTAD DE PRENSA EN COLOMBIA es el caso de la periodista Jineth Bedoya Lima que, mandada por el diario El Espectador a cubrir un enfrentamiento entre delincuentes comunes y reclusos miembros del grupo paramilitar AUC (Autodefensas Unidas de Colombia) y que, a causa de investigar sobre el asesinato de varios reclusos en la cárcel La Modelo, cercana a Bogotá D. C., fue secuestrada y hasta hoy no se sabe nada sobre su paradero.
Desde mi punto de vista, es especialmente preocupante el futuro de esta nuestra profesión y creo que deberíamos reflexionar más sobre lo positivo que nos aporta esta profesión y, poniéndonos en la situación de que fuéramos un periodista colombiano o mexicano a pie de guerra, poner una balanza lo que para cada uno de nosotros tiene que primar ¿el libre ejercicio de nuestra profesión o nuestra propia vida personal? ¿hacemos todo lo posible para hacer respetar nuestros derechos como informadores? ¿cuál es la situación de la libertad de prensa en España? ¿tenemos realmente libertad de prensa en España o hacemos lo que las grandes multinacionales de la información quieren que hagamos? Me gustaría que dejarais, si es posible, vuestra opinión al respecto de esto o cualquier otra pregunta relacionada con este tema que queráis plantear.
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